Carta de despedida al personal del MEC


Rosa María Torres


En 2003, durante mi gestión al frente del Ministerio de Educación y Culturas (MEC) del Ecuador, escribí y circulé 84 comunicados dirigidos al personal del Ministerio. Este fue el Comunicado 84, de despedida. Todos los materiales de mi gestión fueron eliminados del sitio web del MEC -que inauguré- inmediatamente después de mi salida.
 


Comunicado 84

CARTA DE DESPEDIDA AL PERSONAL DEL
MINISTERIO DE EDUCACION Y CULTURAS (MEC)

Quito, 25 de julio de 2003

Estimad@s colegas:

Como saben y es de conocimiento público, el pasado lunes 21 de julio se me comunicó la decisión presidencial de removerme de mi cargo como Ministra de Educación y Culturas. No comentaré aquí acerca de esta decisión pues ya lo he hecho, y lo ha hecho todo el país, en los últimos días en los medios de comunicación.

Me habría gustado despedirme como corresponde, pero no me dio tiempo. Debí empacar en pocas horas y salir del ministerio ese mismo día. Cumplo ahora con esa despedida pendiente, a través de este mensaje electrónico – mi último Comunicado, el  número 85, dirigido a todos y todas ustedes. Envié un mensaje aparte de agradecimiento a quienes formaron parte de mi equipo cercano de colaboradores, dentro y fuera del despacho.

No tuve oportunidad de presentar el Informe de Seis Meses de Gestión, que había preparado para exponer al día siguiente en Cuenca, en el tercer seminario del gabinete, junto con otros seis ministros. Pensaba organizar una reunión especial en el MEC, a mi regreso de Cuenca, para presentar dicho informe en el auditorio, discutirlo con ustedes y recibir sus aportes. Cumplo al menos con enviarles ahora el informe, el cual pueden encontrarlo también en la página web del MEC junto con los otros informes de Subsecretarios y Directores Nacionales y Provinciales que llegaron hasta el día lunes.

Como dije siempre, acepté la función de ministra sabiendo que ésta es tarea sumamente compleja y de largo aliento, que lo que nuestro país necesita no son más reformas cosméticas sino un cambio educativo-cultural profundo, que tomará no un período gubernamental sino al menos una década de trabajo firme, sostenido y comprometido por parte de todos los ecuatorianos. Para visualizar e iniciar dichos cambios con sentido de estrategia, hay que tener la mirada puesta en al menos cuatro años de gestión, aún sabiendo que uno/a puede irse cualquier día, pues la política no respeta los tiempos de los procesos, las realizaciones y los cambios, mucho menos los tiempos del cambio educativo, como lo revela el récord de ministros y ministras de educación en nuestro país, y como lo ratifica mi salida de ese Ministerio.

Mi experiencia como ministra fue al mismo tiempo agobiante y gratificante. Así como encontré resistencias y hostilidades, ineficiencia y negligencia, comportamientos corporativos, rivalidades y relaciones personales dañadas por años de problemas institucionales intocados - como era de esperarse en una institución tremendamente burocratizada y disfuncional como la que ha devenido el Ministerio de Educación -, encontré también en muchos/as de ustedes colaboradores entusiastas, innovadores que no han tenido la oportunidad de desplegar sus alas, profesionales mal tratados y mal remunerados dispuestos a recuperar el sentido y la dignidad de su trabajo, y dispuestos a creer en la posibilidad del cambio. Le dediqué mucho tiempo al trabajo interno dentro del MEC, precisamente porque estoy consciente de que ministros, asesores y consultores somos “aves de paso” – como ustedes mismos dicen – y que quienes quedan, para reproducir lo viejo o para defender lo nuevo, son los funcionarios y el personal de planta del MEC. Sin un cambio institucional de fondo, que involucre a todas las estructuras e instancias del MEC, y al magisterio en su conjunto, no será posible avanzar hacia el cambio estructural que requiere la educación en nuestro país, y sobre todo la educación pública.  

Gracias a todos y todas quienes colaboraron con mi gestión y creyeron en mí, a los Directores Provinciales que enviaron puntualmente sus informes y, en los últimos días, cumplieron enviando los roles de pago de los planteles educativos de sus respectivas provincias (los cuales están siendo copiados para ser entregados al próximo Ministro, a fin de que siga adelante el plan de análisis y racionalización del sistema de partidas docentes). Gracias a quienes me han hecho llegar sus mensajes de respaldo y solidaridad, a quienes vinieron a despedirse personalmente, a quienes asistieron al acto de rendición de cuentas y presentación del Informe de Seis Meses realizado el martes 22 en Quito, a quienes me piden que continúe, desde donde esté, la tarea iniciada. Valoro todos y cada una de esos gestos, pues soy consciente de los comportamientos que genera el miedo político y el miedo institucional, el instinto de supervivencia, la necesidad de deslindarse cuanto antes de las viejas autoridades para congraciarse con las nuevas.

Llevo treinta años trabajando en el campo de la educación, luchando por una educación distinta para nuestro país y para América Latina. No dejaré de hacerlo. Soy especialista, investigadora, profesional de la educación. Esta experiencia ministerial me ha enriquecido y me ha enseñado mucho, me ha ratificado que sin cambiar la cultura política no es posible cambiar la educación, que es preciso replantear y cuestionar muchos de los supuestos simplistas en que se basan los pronunciamientos, los deseos y las propuestas de reforma educativa, de una educación de calidad para todos. La tarea continúa, pues, desde otros sentidos comunes y desde otros espacios. Sé que muchos y muchas de ustedes se unirán a este desafío, seguirán adelante y no permitirán que lo avanzado retroceda.    

Deben saber que he solicitado al Contralor General del Estado solicitando una auditoría general de mi gestión al frente del MEC, desde el 16 de enero hasta el 21 de julio de este año. Por otra parte, ahora que se ha nombrado al nuevo Ministro, estoy solicitando una reunión con él, que confío se concrete en el transcurso de esta semana, a fin de informarle personalmente acerca de lo actuado durante mi gestión, de lo realizado y de lo que queda por hacerse. Confío en su receptividad y sensibilidad. El país no puede permitirse más el eterno partir de cero y el tirar por la borda lo avanzado; reclama políticas de Estado, cambios estructurales, procesos de cambio sostenidos, voluntad política, conocimiento sólido, austeridad, transparencia, conciencia y amplio compromiso social para promover y afianzar dichos cambios.

Me permito asimismo recordarles que la casilla ministra@mec.gov.ec era mi casilla personal dentro del Ministerio y está siendo deshabilitada. Les ruego descontinuar su uso.

Seguiremos en contacto con muchos/as de ustedes a través del grupo electrónico debateducacion@gruposyahoo.com que estoy reactivando en estos días para retomar la reflexión, el debate y la acción en torno a la cuestión educativa en nuestro país.

A todos y todas, un saludo afectuoso.

Rosa María Torres del Castillo


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